Viviendo en Ecuador, es una buena cosa leer Galápagos de Kurt Vonnegut.

Portada de la primera edición de Galápagos
Portada de la primera edición de Galápagos

Es un libro narrado por un fantasma, que movido por la curiosidad se quedó un millón de años observando la evolución de la humanidad, de la última (o primera) población de la humanidad, que por una serie de causas –algunas fortuitas y otras no– quedaron aislados en una de las islas de Galápagos.

Es una especulación darwiniana sobre qué pasaría si una población humana queda aislada en las Galápagos, y replica en su novela el modo de llegada y las adaptaciones sufridas por los organismos.

Hay una serie de personajes, con sus fortalezas y sobre todo sus debilidades, que a través de un proceso aparentemente casual llegan a su destino final: la muerte (precedida por un asterisco en la narración) o la isla abandonada de Galápagos.

El fantasma narrador tiene su propia historia, incluyendo conflictos con el padre, que incidentalmente era escritor de ciencia ficción.

Es una lectura rápida, ingeniosa, que se ve ayudada por conocer algunos de los lugares en que transcurre la trama. Es también de interés la reflexión sobre qué tan útil es que tengamos un cerebro tan grande, que nos engaña con tanta frecuencia.

Imágenes tomadas de Wikipedia.