Estoy reflotando posts que me gustan de la versión anterior (2005-2010) del blog. Si esto te suena conocido, quizá es porque lo leíste en una versión anterior.

Hay autores a los que uno se acerca en formas indirectas.

Para mí es el caso de Samuel Taylor Coleridge, con dos obras de acercamiento:

Kubla Khan

El Kubla Khan proviene de los sueños de láudano (o sea opio) al que Coleridge se hizo adicto, y es precursor de una serie de obras de nuestros días. En mi caso, Xanadu de Rush, que está en el disco A farewell to kings.

Para quienes escuchan Rush –que fue mi primera referencia al autor– el inicio del poema es reconocible:

In Xanadu did Kubla Khan
A stately pleasure-dome decree :
Where Alph, the sacred river, ran
Through caverns measureless to man
Down to a sunless sea.
So twice five miles of fertile ground
With walls and towers were girdled round :
And there were gardens bright with sinuous rills,
Where blossomed many an incense-bearing tree ;
And here were forests ancient as the hills,
Enfolding sunny spots of greenery.

The Rime of the Ancient Mariner

strangePower
I pass, like night, from land to land

Este poema proviene de la colaboración entre Coleridge y Wordsworth (qué buen apellido para un poeta). Por supuesto la canción homónima del Powerslave de Iron Maiden es una puerta de entrada al poema y al autor, ya que hay citas directas:

Day after day, day after day,
We stuck, nor breath nor motion;
As idle as a painted ship
Upon a painted ocean.
Water, water, everywhere,
And all the boards did shrink;
Water, water, everywhere,
Nor any drop to drink.

Y el recitado:

One after one, by the star-dogged Moon,
Too quick for groan or sigh,
Each turned his face with a ghastly pang,
And cursed me with his eye.
Four times fifty living men,
(And I heard nor sigh nor groan)
With heavy thump, a lifeless lump,
They dropped down one by one.

Cayó hace años en mis manos una edición Dover de los grabados de Doré para The Rime of the Ancient Mariner. Excelente complemento de poema y de gráfica. También permite ver que Iron Maiden la hizo corta y utilizó las notas laterales para hilvanar la letra del tema.

Pero…

Pero hoy no va por ahí la micro. Va por el don de la poesía y la parábola de los talentos.

sinkColeridge tuvo el don de la elocuencia. Quizá el I pass, like night, from land to land, I have strange power of speech del anciano marinero le sea aplicable. También tuvo siempre el más discutible don de la dispersión: grande aptitudes sin la conducción para hacerlas fructificar, salvo por factores externos, como la amistad con Wordsworth. Además, desarrolló una adicción al opio que no ayudó mucho.

Como broche de oro, quizá, el talento poético lo abandonó cerca de la mitad de su vida. Después de retratar a la diosa triple de la poesía —según Graves— en su descripción de la vida en la muerte en The Rime of the Ancient Mariner, la musa dejó de manifestársele.

Her lips were red
Her looks were free
Her hair as yellow as gold
Her skin as white as leprosy
The nightmare life in death was she
Who chills man’s blood with cold

Si hemos de creerle a Graves, el precio por los regalos de la musa es alto, altísimo.

Debe ser «interesante» enfrentar la segunda mitad de tu vida sin los dones de la primera. Por otro lado, si usamos la vida de Coleridge como una historia moral, no pocos de tus dones provienen de la administración de los mismos.

Qué susto.