Cristales de Azúcar

Cultivar cristales en casa es un pasatiempo interesante. Se pueden hacer cristales de azúcar, de sulfato de cobre, de alumbre, etc.

Un material súper interesante para jugar a hacer cristales es el azúcar, con cuidado eso sí, porque las quemaduras de almíbar o de caramelo son cosa seria.

Una experiencia que nos encanta en casa es la de crear revolvedores para café cristalizando azúcar alrededor de un palito adecuado.

La lógica de esto es que podemos disolver 2 kilos de azúcar por litro de agua a temperatura ambiente, y 3 kilos de azúcar por litro de agua a 100ºC. Es decir, la solubilidad del azúcar en agua cambia con la temperatura.

Luego, al enfriar la solución de azúcar en agua, el azúcar ya no puede estar en la solución (forma una solución sobresaturada), y tiene que buscar a dónde ir. Entonces, el azúcar sale de la solución (precipita) formando cristales donde pueda.

Precisamente, la idea es aprovechar esta tendencia a formar cristales y darle dónde formarlos, ya sea con un hilito o con un palito, dependiendo de si lo que queremos es un cristal de azúcar o un revolvedor de café.

Hagamos Cristales de Azúcar en Casa

Podemos hacer la experiencia en un vaso medio lleno de agua (100 ml) en el que disolvemos unos 300 grs. de azúcar. Por supuesto para disolver 300 grs. de azúcar en 100 grs. de agua vamos a tener que calentar la solución hasta que hierva. Esta etapa requiere de no poco cuidado porque se calienta más allá de los 100°C a los que hierve el agua pura, y no es chiste quemarse con almíbar o caramelo. (propiedades coligativas de las soluciones)

Luego ponemos un palito semisumergido sin que toque el fondo en la solución caliente, y lo dejamos que cristalice tranquilo un par de días. Para afirmar el palito podemos utilizar cinta adhesiva, alambre o lo que nos dicte el entendimiento. La lógica es que el palito es más rugoso que las paredes del vaso, y esto favorecerá la formación de cristales en el palito y no en las paredes del vaso.

Conviene dejar el vaso cubierto para que las partículas de polvo del aire no formen nuevos cristales en la superficie del agua.

Quizá hasta sea un buen regalo.

Lo divertido es que a mi me gusta el café amargo.